Es cierto que todavía los poderes públicos (los otros 4) quedan en manos del oficialismo, pero aun así ya se puede leer en las redes sociales de los oficialistas su lloriqueo, quejadera y fastidio por no tener la Asamblea Nacional, luego de la rolo e' paliza electoral sufrida el 6D.
Debo admitir que me equivoqué. AFORTUNADAMENTE me equivoqué.
Si leíste mi post anterior respecto a las elecciones del 6D, mis augurios no eran nada buenos. Yo no apostaba nada por la oposición venezolana. Y no es que ahora sea su más ferviente seguidor. Simplemente celebro lo que muchos: parece que soplarán vientos de cambio y de recuperación nacional, empezando por la Asamblea Nacional.
No me trasnochaba políticamente desde el 2013, cuando Maduro “le ganó” a Capriles. Esa noche me dormí con un mal sabor de boca que no olvidaré. Me acosté con esa… arrechera…