No se si alguno de mis lectores (ahh!, suena sabroso decirlo asi) se ha hecho la pregunta.
¿Qué carajos significa CHURUATICA?, ¿Por qué ese dominio?
Y me voy a permitir una confesión intima con Uds.
Para los amigos mas íntimos, mas allegados y para algunos familiares no es un secreto que yo estuve viviendo 5 años de mi vida en Ciudad Bolívar.
Mi padre, separado de mi madre desde hacía un bojote de tiempo, se fue a hacer vida en aquella pujante zona del país. Allí trabajó de taxista, barman, chófer de camión, portero de burdel, mesonero y hasta de garimpeiro (minero). Por esas raras vueltas que da la vida, conoció a un portugués dueño de una Churuata, en la cual funcionaba un restaurante con ese nombre: Restaurante "La Churuata".
Esto era en Las Claritas, selva adentro!, cerquitica de La Gran Sabana, del Salto Ángel y de toda esa maravilla natural única en el mundo.
La cosa fue, que por cuestiones del destino, ese portugués le ofreció a mi papá quedarse con el restaurante en alquiler. Y allí comenzó la historia. Ese lugar creció de tal manera que contaba con helipuerto, estacionamiento para muuuuchos carros, hotel, pool, discoteka y el restaurante. Yo lo visité una vez en mi pre adolescencia y lo recuerdo como un sitio donde prevalecía la ley del mas fuerte (o el mas rico...) y allí aplicaba mi papá. Él se hizo un nombre muy famoso y conocido en la zona, tanto por la Guardia Nacional, como por los mineros, brasileros, turistas, y gente de toda la región; hasta Puerto Ordáz, Ciudad Bolivar, Upata, Tumeremo, Guasipati, etc.
Luego, como todo, la explotación minera en la zona decayó mucho y mi papá decidió salir de la selva y en Ciudad Bolívar siguió con su estilo de vida: negocios, restaurante, tasca, pool, etc.
Fué alli donde yo tuve la oportunidad de convivir con él y su peculiar estilo de vida.
Todo el mundo lo conocía como Pedro Churuata o Don Pedro Churuata. Y a mi? me decían "Churuatica"... y yo DETESTABA ese seudónimo!!! Me avergonzaba delante de la gente y los amigos. Pero sobreviví a el.
Y después, con el tiempo me vine de aquella zona, y volví a Caracas. Ya mi papá no está entre nosotros, pero me dejó muchos gratos (y otros no tanto) recuerdos, experiencias y vivencias.
Después, a medida que maduraba, fui entendiendo muchas cosas que la inexperiencia propia de la juventud no nos deja ver.
Hoy en día, siento que le agradezco mucho; y lamento que el tiempo haya sido tan corto.
Churuatica por ti, papá... donde quiera que estés.
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