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viernes, 17 de octubre de 2014

¡Tú y tu rabo de paja!

Alguien dijo una vez: “El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”. ¿No?

Así comienzo este post, con una cierta pero polémica disertación acerca de la gente que quiere aparentar una postura determinada, pero que de antemano sabemos que es falsa.

Y es que parece que en la Venezuela del siglo XXI se puso de moda ese “estilacho” de “mirar la paja en el ojo ajeno y no mirar la viga en el propio”.


De verdad que es deprimente (aunque yo ME CAGO DE LA RISA) la gran cantidad de gente que quiere asumir posturas falsas y quieren dárselas de “correctos” y “buenos ciudadanos”, cuando en realidad terminamos dándonos cuenta que son tanto o más basura que lo que critican.

Es así, duélale a quien le duela.

Recientemente tuve una mala experiencia personal de este tipo. Un imbécil que se decía “mi amigo del alma”, que no voy a mencionar aquí porque ni merece que le haga publicidad en mi blog (la verdad, me sabe a mierda la opinión de personas así y la falsa amistad que pregonan), me señaló y criticó PÚBLICAMENTE EN LAS REDES SOCIALES porque yo, y cito textualmente su idiotez: “era un gran corrupto que colaboraba con la destrucción de los cimientos de la moralidad de este país”. Todo esto porque sí, lo dije, lo admito Y LO SEGUIRÉ HACIENDO: Compro cupos de CADIVI.

Este post no es una punta ni mucho menos un desahogo en contra del infeliz que ya mencioné. Es sólo un ejemplo reciente y palpable de la cantidad de bocones, porque no tienen otro nombre, que existen hoy día y que se quieren vender como “personas modelo”… ¡y lo que dan es pena!

¡Bah! ¡Modelos mis cojones!

¿Cuánto cuesta una conciencia? ¿Qué precio tiene tu honestidad? ¿Por cuántos ceros en tu cuenta bancaria tú te “ensuciarías las manos”? ¿Con qué moral señalas lo que hacen los demás, si tú eres peor?

Preguntas interesantes que abrirían un debate no menos interesante. Un vez leí que Pablo Escobar, el famoso capo colombiano, dijo: “Todos tenemos un precio. Unos valen más, unos valen menos, pero al final todos tenemos un precio, todos terminamos cediendo ante algo”.


Y desde que leí esa frase y entendí esa contundente verdad, empecé a ver y oír cuidadosamente los juicios que emiten muchas personas acerca de los demás. No existe en este planeta una persona totalmente honesta ni completamente incorruptible. Entonces, ¿de qué te quejas? ¿Con qué cara señalas y juzgas a otros?

Es que da risa cuando oyes a un fumador que le dice a su hijo: “No fumes, que esto es muy dañino”. O cuando vemos a un alcohólico que le dice a los demás: “No beban, que eso mata”.

¡Pero por favor!


A propósito del tema de los cupos CADIVI (o CENCOEX, como ahora se llama), y los nuevos “controles” estúpidos que trata de implantar este inútil gobierno, estuvo rodando por las redes sociales una campaña en contra de los “detestables y corruptos compradores de cupos” (raspa cupos); es propicio este post para preguntarle a todos esos idiotas que promovieron dicha campaña:

¿Qué hacen Uds. por el país? ¿Lucharon acaso Uds. para que no se robaran las elecciones y se supiera la verdad del 14 de abril de 2013? ¿Uds. no ensucian, no contaminan, no atentan contra los demás de ninguna manera? ¿Uds. son así de perfectos? ¿No lanzan a la calle ni una colilla de cigarrillo? ¿Si el banco por error les deposita en su cuenta 5 milloncitos de bolívares, corren a reportarlo y a devolverlos? ¿Si se consiguen en un taxi un Samsung Galaxy S5 nuevecito, lo publican en Internet hasta que aparezca el dueño o lo llaman para que lo vaya a recuperar? ¿Usan señal de cable 100% pagada por Uds. y no se roban la conexión como todos los demás? ¿Si ven la señal WiFi del vecino “abierta”, van y le dicen que le ponga clave y no la usan? ¿Cuándo abordan un autobús, si el chofer los deja fuera de la parada, le dicen: “No señor, yo no me quedo aquí, yo sólo me bajo en la parada”?

¡Ajá! Y se supone que yo debo creer que Uds. son una reencarnación de la madre Teresa de Calcuta. 

Y ni siquiera esa monjita, por tomarla como ejemplo, era perfecta, 100% incorruptible o totalmente santa. ¿A quién engañan Uds. señores “150% honestos”?
Y cuidado, ¡no se confundan! No estoy diciendo aquí que “porque los demás hacen cosas malas y deshonestas, todos también las tenemos que hacer”. Ya estamos bien grandecitos y con cédula para decir eso. Cada quien es dueño de sus actos y decide cómo comportarse. Lo que yo critico aquí es a todos los que quieren dárselas de santos querubines criticando a los demás, cuando son una escoria muchas veces peor. Es que ni los papas, allá en el Vaticano, son perfectos. ¿Lo somos acaso tú o yo?

El que venga y me diga que NUNCA EN SU VIDA HA HECHO O HACE ALGO ILEGAL, algo que está mal, o que sabe que no se debe hacer, PERO LO HACE, a esa persona me gustaría conocerla, para escupirle en su cara una sola palabra: ¡MENTIROSO!


¿Será envidia? ¿Será frustración por la fracasada e infeliz vida que de seguro tienen? ¿Será ignorancia? ¿O será simplemente ganas de joder? ¿Cuál será el verdadero origen de esta aborrecible actitud de señalar a los demás sin antes ver sus propias cagadas?

A fin de cuentas que es verdad: Yo no soy más honrado que tú… ¡pero tú tampoco eres más honrado que yo!

Yo sí, soy mundano, pecador, corrupto y mi honestidad tiene un precio. Lo admito. Pero, ¿y tú?

Así que no te acerques a la candela con ese rabo de paja ¡Y LANZA LA PRIMERA PIEDRA, pues!

PD: Si te sientes ofendido o aludido por lo que aquí leíste, te recomiendo que te busques un espejo y le hagas esta pregunta a ese estúpido reflejo que ves: ¿Realmente soy TOTALMENTE honesto en todos los actos de mi vida? Respóndete y luego hablamos…

1 comentario:

  1. Lo único que puedo discrepar de éste sincero comentario es en cuanto a la alusión a"los Papas en el vaticano"pues si existe una institución sucia,corrupta e hipócrita, es esa y sus prelados, con algunas honrosas excepciones.El el prefacio de un importante libro se lee"Si el infierno existe se encuentra debajo del Vaticano "

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