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viernes, 25 de octubre de 2013

Mi entrevista imaginaria 1: @chavezcandanga (Primera parte)

¡He vuelto!

Otras ocupaciones personales y laborales me han mantenido alejado de mis amados blogs y de mis graciosos lectores. Pero he vuelto. Aunque no bloguee con la misma frecuencia de antes, siempre tengo ideas dando vueltas en mi cabeza y posts nuevos bajo la manga que tarde o temprano publicaré.

Inicio ahora en mi blog una serie de posts titulados MI ENTREVISTA IMAGINARIA. En ellos, como el título lo indica, daré rienda suelta a mi imaginación, en entretenidas y descarnadas entrevistas a personajes célebres de la actualidad… y del pasado. Acompáñenme en este gracioso viaje a través de mis más retorcidas ocurrencias, haciéndole a los entrevistados esas preguntas que ni en CNN veremos. ¿Se animan?

Y como siempre, la infaltable advertencia: Lo que aquí leerán es total producto de mi imaginación. Son mis opiniones, mis puntos de vista y mi modo de ver las cosas. No necesariamente tienen que estar de acuerdo conmigo. No necesariamente les tiene que parecer gracioso lo que aquí lean. Y a mí, irremediablemente, no me tiene por qué importar lo que Uds. piensen de lo que aquí lean. Total, soy dueño de mis opiniones, de mi imaginación y de mi verdad, así como Uds. de las suyas… ¡Ah! ¡Y también soy dueño de este blog!

¡Bienvenidos!



Inicio este ciclo de entrevistas con el personaje mundial más polémico de finales del siglo XX y principios del XXI. Sin lugar a dudas que me refiero al “Monstruo de Barinas”, como cariñosamente yo lo menciono a él en mi cuenta de Twitter: Hablo de Hugo Chávez. El mismo que se cagó los pantalones allá por 1992 en un fallido golpe de estado y que en venganza por tal afrenta, se vino a cagar en la vida de todos los venezolanos tiempo después con el bendito “Socialismo del siglo XXI”. Pero esa es materia para otro post. 

Comienzo mi imaginaria entrevista en una humilde mansión con piscina, helipuerto privado, televisión satelital e Internet de alta velocidad, un ejército de sirvientes y seguridad armada, ubicada en Barinas, propiedad de mi socialista entrevistado. Me ofrecen café, ¡pero ni loco! Detesto el café, y nunca bebería nada que viniera de manos de alguien de la casta de la chavera.

P: Chávez, yo era un niño en 1992 cuando tú diste el famoso intento de golpe de estado contra CAP, pero recuerdo claramente tu cara de recluta desnutrido en la TV cuando dijiste ese memorable “por ahora”. ¿Qué pasaba por tú cabeza en esos días? ¿Por qué se te ocurrió jodernos la vida?

R: ¡El país necesitaba un cambio! Mis preceptos bolivarianos me exigían que le abriera a ese bravo pueblo una puerta. Que les diera una guía. Una luz. Actué con la mejor de las intenciones.

P: ¿Matando a un presidente y poniéndote tú en el coroto?

R: A CAP no lo íbamos a matar. Lo íbamos a mandar a Miami, de vacaciones.

P: ¿Por qué tu movimiento se llamaba MBR-200?

R: Porque 200 bolos, de los viejos, era lo que yo cobraba de mensualidad a todo aquel que se quisiera unir a mis filas. Yo era un muchacho, pobre, humilde, tú sabes… y de alguna manera tenía que rebuscarme… [Sollozos].

P: ¿De dónde salió esa fabulosa idea del “Socialismo del siglo XXI”?

R: De muchacho, me gustaba leer. Me encantaban las muchachas, jugar pelota, la música ranchera… ¡Ay! Tiempo aquellos, yo recuerdo que una vez…

P: Chávez, ¡al grano!

R: Si… bueno, como te venía diciendo… yo leía mucho, y mientras estuve preso, empecé a leer de todo. Todo lo que pasaba por delante de mí, lo leía con avidez. Lo devoraba. Leí a Marx, a Lenin, a Bolívar, a Tamanaco, a Wilson y a Spalding; al periódico Meridiano… y los lunes al Diario de Caracas, cuando publicaban El Diario en la Playa… ¿Te acuerdas? ¡Ah! Las playas venezolanas, ¡Qué belleza! La mujer venezolana, la negra, la india, la morena, la catira, la pelirroja, la oxigenada y la explotada. ¡Todas son hermosas! Bueno, si, como te seguía contando, yo leía de todo. Leía Kaliman, Águila Solitaria, Condorito y hasta Panchita. Mi intelecto se fortaleció de tal manera que no podía surgir otra cosa que el socialismo del siglo XXI. Porque Bolívar…

P: ¡Ok! No nos desviemos. ¿Y por qué lanzarte a presidente en el 98?

R: Porque así me lo exigía el pensamiento bolivariano, revolucionario y libertario de los próceres de nuestra independencia grande y bonita. Yo tenía una gran deuda…

P: ¿Con el pueblo que simpatizó contigo cuando te diste a conocer en TV?

R: ¡No, chico! Con unos camaradas de la guerrilla de las FARC, que me apoyaron en mi campaña y me financiaron. Y bueno… Yo tenía que pagar esa deuda, porque si no… Recuerda que yo venía de estar en la cárcel, y estaba más limpio que talón de lavandera. Si miras los videos de aquella época, te darás cuenta que toda la ropa que yo usaba, el paltó, los liqui-liqui, los pulloveres y las corbatas, todo eso era nuevecito y fue comprado con plata de la guerrilla. Yo no sabía ni vestirme… Por aquella época dejaron de decirme “el arañero”, para cariñosamente llamarme “caja fuerte”…

P: ¿Y pagaste la deuda?

R: ¡Pero claro, chico! ¿De dónde crees que salió mi apoyo irrestricto al movimiento guerrillero colombiano mismo? Favor con favor se paga… y más si hay unos dólares de por medio…

P: Mucho se hablaba acerca de tus creencias religiosas. Unos decían que eras palero. Otros, que eras santero o hasta espiritista. En fin. ¿Cuál es la verdadera religión del Comandante Eterno?

R: La única y verdadera religión… la más poderosa de todas: El amor…

P: ¿A la patria?

R: … ¡al poder! ¡Porque para arreglar este país hace falta poder!

P: ¡Aaaaaahhhhh! ¡Eso lo explica todo!

R: ¡El que tenga ojos, que vea! [sorbo de café]

P: ¿Por qué te divorciaste de Marisabel? ¿Qué pasó ahí?

R: ¡Ah! ¡Marisabel! Mujer hermosa. ¡Una catira muy bella! Nuestras diferencias comenzaron después de aquella célebre noche en el balcón del pueblo… ¿Te acuerdas?

P: ¿Cuál? 12.563 veces te vi en el dichoso balcón. Casi siempre en cadena nacional, por cierto… ¿Cuál de ellas?

R: La vez esa en que le dije, delante del bravo pueblo de Caracas: “Esta noche te doy lo tuyo”… Allí empezó todo…

P: ¿Por qué?

R: Tú sabes cómo son las mujeres. Y bueno… Yo siempre fui muy ocupado. Las largas cadenas, el exceso de café, las hojas de coca que me mandaba Evo, el estrés… y bueno… esa noche no le di lo suyo… 

P: ¿Y entonces?

R: Bueno… Ella me dijo fírmemente, así como son las mujeres: “Si me tengo que calar estas interminables cadenas, la habladera de paja, los viajes y reuniones interminables, y encima “nada de nada”, ¡ESTO SE ACABÓ!” Y bueno… fue el principio de nuestro proceso de divorcio…

P: ¿No habría otros motivos allí? ¿Celos, tal vez? No se… Tú siempre fuiste un farandulero… y te codeaste con Nahomi Campbell, la Kirchner, Piedad Córdoba… todas horrorosas, pero mujeres, al fin y al cabo…

R: ¡No! Yo siempre fui fiel. Fiel a la Patria, fiel a Bolívar, fiel a Mao, fiel a Lenin, fiel a Marx, fiel a Cuba, fiel al Ché… [sorbo de café]

P: Y hablando de mujeres, ¿Qué oculta Piedad Córdoba en sus turbantes?

R: Un cerebro hermoso, impecable, lúcido y fiel a Colombia…

P: ¿Piedad no es una chula de los recursos de nuestro país?

R: ¡No! Ella es una colaboradora de este proceso revolucionario maravilloso, es mis ojos, mis oídos y mi bolsillo allá en Colombia…

P: ¿Y de la Kirchner? Muchos dicen que desde antes de morirse el viejo virolo de Ernesto Kirchner, ya tú y la entonces “futura presidenta” simpatizaban más allá de lo normal…

R: Esos son chismes de pasillo. ¡A Cristina la quiero mucho! Nunca tuve nada con ella… ¡ni lo volveré a tener!

P: Cambiemos de tema. Hubo mucha polémica en las redes sociales, particularmente en Instagram, con una foto de Rosinés y un abanico de dólares. Nunca oímos una respuesta oficial. Sólo cerraron la cuenta de la niña en esa red social. ¿Eran billetes falsos o eran verdaderos billetes del imperio?

R: Esos eran billetes de monopolio, de un monopolio con las calles de Nueva York que me regalaron mis admiradores de El Bronx. Y yo, en gratitud, dejo que mis hijas jueguen con él. Mi hija no tiene dólares, ni mesada, ni nada. ¡Eso son mentiras de los fascistas! Ella hasta comía en el comedor del colegio, una escuela bolivariana, por cierto.

P: Y hablando de tus hijas, esas fotos de tu otra hija en un concierto de Madonna, paseando en Disney, disfrutando en Europa, en Australia… ¿también son un montaje?

R: ¡Un vil y rotundo montaje orquestado por los golpistas, fascistas, capitalistas, fisicoculturistas y manicuristas! ¡Mis hijas no han viajado nunca fuera de Venezuela! Bueno, han ido sólo a Cuba… ¡pero nada más! A mis hijas no les gusta la música yankee… ellas escuchan Reina Lucero, El Carrao’ de Palmarito y Cristóbal Jiménez.

P: ¿Y las fotos de Rosinés con Justin Bieber?

R: Ese no es ese tal Justin que tú dices, ese era su primo Huguito, mi sobrino, hijo de mi hermano Adán, que regresó de China. Se encontraba estudiando por allá y vino con ese look todo extraño, así como son los chinos, pues… [sorbo de café]

P: Y hablando de redes sociales, chinos y tecnología… ¿De qué ha servido que Venezuela tenga no uno, sino dos satélites flotando allá en el limbo?

R: ¡De mucho! Gracias a esos satélites controlamos el tráfico en las principales ciudades del país, como Caracas, Valencia, Maracaibo, etc. Monitoreamos todo lo que sucede.

P: ¿Y? ¿Ya vieron qué es lo que sucede?

R: ¡Claro! Ahora vamos a mandar un tercer satélite, para analizar lo que sucede. Y un cuarto satélite para ver las posibles soluciones. El gobierno socialista no toma decisiones a la ligera. De aquí al año 3115 tendremos suficientes satélites y suficiente tecnología para estar a la vanguardia de los avances de la galaxia.

P: ¡Avances! ¡Por favor, Chávez! Nómbrame 3 avances que se hayan logrado gracias al socialismo del siglo XXI

R: Avanzamos en materia laboral. Ahora son los obreros los dueños de las empresas. Son ellos quienes manejan sus horarios, sus sueldos, los sindicatos y la producción. Y si han quebrado algunas empresas, no es culpa del gobierno revolucionario, sino de los que ahora las manejan. También avanzamos en materia de seguridad, equipando constantemente al ejercito bolivariano, para que estén igual de equipados que los delincuentes. Y avanzamos en materia de alimentación. Antes los venezolanos eran más gordos. Con nuestro trompo nutricional, garantizamos que el venezolano revolucionario, el venezolano de a pie, coma sólo lo que necesita. En el imperio mismo todos son obesos, en nuestra Venezuela bonita, ¡ya no! ¿Eso no es avanzar? 

P: ¡No! ¡Eso es miseria! ¡Pero aquí las preguntas las hago yo! Y hablando del “venezolano de a pie”. ¿Para qué va a servir esa ley de compra y venta de vehículos aprobada postmorten por tus títeres de la asamblea?

R: ¡Para mucho! Evita el enriquecimiento ilícito a través de la venta de carcachas. ¡Las carcachas hay que venderlas como carcachas, y los carros nuevos a un precio mejor pa’ to’ el mundo! No es posible que existan venezolanos que vendan un Malibú del año 79 a precio de un carro del año. Tampoco permitiremos que los venezolanos tengan más de dos carros. ¡Y esos carros lujosos tampoco son necesarios! ¡Fíjate en Cuba, nunca hay cola, nunca hay tráfico! ¡Tienen todo bajo control!

P: ¡Por favor! ¡En Cuba no hay carros nuevos desde los años 50!

R: ¿Y para qué quieren tener carros lujosos? ¡Si esa isla se recorre fácilmente en bicicleta! ¡Esos lujos hay que controlarlos!

P: ¿Eso incluye los BMW, las Hummer y los Bentley oficiales o de la familia chavera?

R: Esos carros de los que me hablas son imitaciones de segunda y hasta tercera mano. Nuestros sueldos socialistas no dan  para comprar esos carros nuevos de agencia. Nos los hacen nuestros amigos los chinos, que imitan todo. Y la gente cree que yo de verdad tenía un Bentley. ¡Jajaja!

P: Chávez, las conversaciones contigo se hacen maratónicas. Vamos a dejar esta conversa hasta aquí y en una próxima entrega seguimos hablando así, “a calzón quitao’”, como hasta ahora. En la siguiente parte de la entrevista hablaremos de tu enfermedad, de tu infancia, de tu época en la Academia Militar y esas cosas poco conocidas de tu infancia.

R: ¡Encantado! Es que hasta en eso me parezco al primer socialista de todos los tiempos: ¡A Jesucristo! Del que sólo conocemos sus últimos 3 años de vida. De su infancia nada o casi nada se supo. Pero ahora, yo que estoy aquí en el cielo, sentado a su derecha, sé lo que él hacía en su infancia. Hemos hablado largas horas, ¿sabes?

P: ¿Tú en el cielo? ¡Ja! De eso hablaremos en la próxima parte de esta entrevista. ¡Chao!

R ¡Claro que sí! ¡Hasta la victoria siempre! ¡Chávez vive, el tumbe sigue! ¡GUISAREMOS! [sorbo de café]

Y así los dejo con esta primera parte de lo que yo le hubiese preguntado en vida al “Monstruo de Barinas”.

Si tienes alguna pregunta que te gustaría ver respondida por este personaje en la segunda entrega de esta loca entrevista, házmela saber, que con mucho gusto le obtendré una respuesta.

¡Gracias, mis lectores invisibles!

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