¿Hoy en día, qúe son las lolas?

Durante todas las épocas de la antigüedad, de la era moderna y contemporánea, los senos femeninos (no es una redundancia, pues he visto hombres con grandes lolas) han sido objeto de señalamiento, estudio, admiración y hasta adoración.

Desde que tengo memoria (de los 80 para acá) tengo grabado en mi chip la palabra TETA. ¿Quién no? Nos proveyeron de alimento, amor y calor…¡Es normal que pensemos en ellas! Pero en vista de que el tema nunca deja de ser polémico (en reuniones, en Facebook, en Twitter, en el trabajo, en la universidad, etc.), quise hacer una encuesta para ver lo que piensan mis avispados lectores y lectoras acerca de este interesantísimo tema que siempre da de qué hablar y divide las opiniones.

La encuesta decía así: 

¿QUÉ SON LOS SENOS PARA TI?

Analicemos sus respuestas:

UN INSTRUMENTO PARA DAR Y RECIBIR PLACER SEXUAL, 42%; Es indudable que los que seleccionaron esta opción están claros: El primer pensamiento que nos inspiran unas buenas tetas es morder, chupar, lamer, apretar, acariciar… y así, o sea, sexo del bueno.¡Pero ojo! A veces tendemos a ver a algunas mujeres como un simple “par de tetas parlanchinas”, como unas “tetas que caminan”, o como “un culo con tetas”. Cualquiera de estas peyorativas asociaciones, aunque bien merecidas y justificadas, a veces, no hacen más que restarles dignidad, posición y valor a las mujeres. Y debo abogar aquí por la defensa de las féminas, pues no todas son merecedoras de esa etiqueta; ya que por una INMENSA minoría (¿?) de mujeres plásticas, vacías y sin cerebro, no vamos a meterlas a todas dentro del mismo saco. He aquí necesario definir BUENAS TETAS: Y corríjanme si me equivoco, pero son aquellas bonitas (depende de la subjetividad de cada quien) a la vista y al tacto (no necesariamente operadas); son aquellas no necesariamente inmensas pero tampoco insignificantemente pequeñas; no excesivamente caídas, debido a la obesidad o a los embarazos, y siempre suaves y tibias (¡Sí, una vez toqué unas que estaban como rellenas de hielo!). A los hombres con algo de estética mental y sexual nos gusta la PROPORCIONALIDAD, es decir, una mujer pequeña excesivamente pechugona, así como una mujer grandota y “pechugalmente” castrada, no es agradable a la vista. Pero independientemente de las características de tus “boobies” y de tu talla de sostén, debo decirles queridas amigas que LO MÁS IMPORTANTE es cómo “las usen”. Cómo sepan acariciar, hipnotizar, seducir asfixiar o atragantar con ellas… Esto me hace recordar aquella eterna interrogante universal que reza: “¿El tamaño importa?”. Y definitivamente como con “aquello”, creo que el tamaño es lo de menos. ¿Y qué me dicen de los pezones? He visto pezones feos, gigantes, diminutos, extraños, peludos, puyudos, planos, suaves, rugosos, invertidos, hermosos como perlas, grandes como un Toronto, rosados como lomo de atún y negros como mis más perversas intenciones. Es indudable que hay de todo en la villa del señor, porque las hay para todos los gustos.

EL PRINCIPAL REGULADOR DEL EGO FEMENINO, 35%; Realmente pensé que se darían cuenta, ¡Pero no!¡Esta debió ser la opción con más votos! ¿Es que los que votaron en la encuesta no se dan cuenta que entre mujeres, lo que más se ven unas a otras es precisamente eso? ¿Acaso no han visto que una mujer cuando se ve al espejo, el primer lugar de su propio cuerpo a donde van a parar sus ojos es precisamente allí? ¿Será que los que votaron en la encuesta no han escuchado una conversación de mujeres en una tienda de ropa íntima? (¿O será que la encuesta la llenaron más hombres que mujeres?).Una mujer puede tener un carro último modelo, un apartamento espectacular, un trabajo ideal y un esposo fiel y que la ame, pero si ella siente que tiene las “pechugas” feas, eso la hará totalmente infeliz. Es increíble ver cómo para muchas mujeres (no todas, vuelvo a aclarar) su principal preocupación estética gira en torno a sus lolas, sus vestidos descotados, sus brasieres sugerentes y trajes de baño atrevidos. Pueden llegar al grado extremo de sentirse feas, inferiores, frustradas y hasta “no deseadas” por el sexo opuesto, lo cual las hace asumir un comportamiento excesivamente frívolo respecto a este asunto de su anatomía. Yo denominaría a esta actitud enfermiza como "El Síndrome del Silicón Embrutecedor", ya que se vuelven locas por operarse la primera vez y agrandarse el busto; luego una segunda vez para acomodar la alineación de los pezones (pues en la primera operación quedaron más bizcas que Diosa Canales); luego una tercera para “juntarlas”, porque con la alineación de los pezones quedaron un poco “separadas”; luego una cuarta operación, porque salieron unos implantes franceses que son lo mejor de lo mejor, y obviamente que no pueden usar nada de mala calidad en sus “boobies”; y así, se convierten progresivamente en unas enfermas adoradoras de sus propias tetas… ¿Para qué?

UNA CARTA DE PRESENTACIÓN, 21%; De esto tenemos la culpa los hombres, que hemos hecho sentir muchas veces a las mujeres de nuestro entorno como lo peor de lo peor, sólo porque lo que tienen en su pecho parece un par de huevitos fritos. ¿Quiénes no hemos, aunque sea alguna vez, marginando y excluido de ascensos, contrataciones, asignación de cargos, puestos y lugares importantes dentro de empleos u organizaciones a las no tan agraciadas con glándulas mamarias? Y lamentablemente, debido a esto, muchas mujeres creen que de acuerdo al tamaño de sus tetas, podrán conseguir más cosas en la vida o serán mejor vistas y mejor recibidas en todas partes; y probablemente esto sea cierto, hasta cierto punto: Si trabajas en el área del modelaje, de la TV o eres una vedette del cine PORNO y vives de tu cuerpo y del tamaño de tus senos. Pero, ¿Y si no? Tratando de entender a los que votaron por esta opción, sólo me resta decir que nunca se olviden de aquel sabio refrán que reza: “Dime de qué te jactas y te diré de qué careces”. Si crees que todas las puertas se te abrirán por poseer un par de tetas grandes y paraditas, deberías pensártelo mejor 2 veces, pues aunque éstas sirvan para ablandar, seducir, envolver o engatusar a jefes difíciles, compañeros mentecatos, maridos ajenos y amigos en general, no te serán suficientes para demostrar que en esa cabecita no hay más que 2 cucarachas jugando dominó y con el juego trancao’; lo cual podría ser más negativo que positivo para la ilusa portadora de un pecho “perfecto”. Mi humilde sugerencia para las que piensan así y votaron por esta opción es: Sí, alaben sus tetas como su principal carta de presentación y como su mejor cara, pero cultiven también un poco el intelecto para no quedar tan mal paradas. Recuerden que no todos los hombres (afortunadamente) somos tan plásticos.

EL NEGOCIO DEL MOMENTO, 18%; ¡Indudablemente! ¡Todo lo que está de moda genera interés, y por lo tanto, DINERO!¿Cuánto cuesta actualmente una operación de senos? Implantes + Anestesia + Clínica + Medicinas post operatorias + Sostén Terapéutico + Mano de Obra = UN OJO DE LA CARA que te puede rondar fácilmente los 15 millones… o hasta más, dependiendo del cirujano, de la ciudad donde se realice la operación, de la clínica y de la cara de desesperada que tenga la urgida paciente. Es impresionante ver cómo hoy en día muchas revistas de target femenino destinan páginas y páginas enteras para la publicidad de estéticas, cirujanos, y/o centros “milagrosos” dedicados a hacer felices a muchas desdichadas, frustradas y entristecidas mujeres. ¡Y no sólo esto! Sino que es tanta la parafernalia que ha desatado hoy en día el tema de tener las lolas operadas, que ya jovencitas de 15 años piden a sus padres que les regalen estos “embellecimientos” para sentirse mejor cuando lleguen a la universidad. (¡Y lo peor es que hay padres que las complacen!). En fin, como ya lo he dicho hasta el cansancio en otros post de distintos temas: SIEMPRE SALE UN PENDEJO A LA CALLE, Y EL QUE SE LO CONSIGA, ES SUYO! Siempre que haya consumidores, habrá productores. Siempre que haya bobos dispuestos a comprar todo lo que pase ante sus ojos, habrá astutos vendedores con los bolsillos llenos.

ALIMENTO PARA BEBÉS, 14%; Hay mujeres que sólo usan o ven a sus senos útiles para eso: PARA AMAMANTAR A SUS HIJOS. ¿Dónde perdieron esa creatividad que Dios les dio? No voy a negar que ver a una mujer amamantando es una imagen muy hermosa, que encierra una serie de sentimientos primigenios y recuerdos que enternecen al más pintao’; ni tampoco podemos ignorar que la principal función de un seno es precisamente esa: Alimentar a los bebés; pero soy de los que piensa que los senos son más que eso. Los idealistas que votaron por esta opción deben tener en cuenta una cosa: ¡Ni tan calvo ni con dos pelucas, por favor! Dedicar los senos sólo a amamantar y a dejar que la gravedad haga estragos en ellos, es una actitud tan repudiable como pensar que una mujer vale por el tamaño de estos o la talla del sostén que utilice.

Evidentemente que un post no es suficiente para tocar todos los puntos de vista encontrados y opiniones divergentes referente a esta criticada y codiciada parte del cuerpo femenino. Y pese a lo que puedan estar pensando mis lectores, sí, me encantan unas tetas hermosamente retocadas, pero también valoro unas que posean esa belleza natural, “original de fábrica”.

Soy partidario de las “modificaciones” cuando ya la mujer ha tenido hijos y se encuentra en una etapa de madurez mental y corporal tal que le permita usar las bendiciones de los adelantos tecnológicos y quirúrgicos como debe ser. También abogo por el retoque del bisturí cuando alguna enfermedad (quiste, tumor, mioma, etc.) haya afectado la estética de la paciente; y por supuesto que también a las divas, modelos, actrices que viven de su cuerpo y se lucran de lo que hagan con él.

Pero pese a todo lo que podamos opinar, es indudable que una verdadera hembra no sólo sabe cómo portar y usar sus senos con elegancia, dignidad y sex appeal, sino que también sabe cuidar de estos con ejercicios y una adecuada alimentación.

Y mujeres, recuerden: El silicón no es para niñas, ni brutas. Las verdaderas mujeres le echan “ovarios” a la vida, no el pecho…