Infidelidad Prepagada?

Continuando con los temas sexuales recientemente abordados en este blog, (que dicho sea de paso, tanto me han pedido y que a decir verdad he explotado tan poco), esta vez quiero escribir sobre uno no menos polémico:

La infidelidad… Y las prepago.

Hace tiempo atrás escribí acerca de la INFIDELIDAD (Pueden buscar ese post en los ARCHIVOS del blog) y mucha gente ser manifestó fiel en una de las encuestas bizarras que siempre publico aquí.

Más recientemente, escribí sobre las “Trabajadores Sexuales”. Y ahora se juntan estos 2 temas en una encuesta que publiqué:

ES INFIDELIDAD ESTAR CON UNA PREPAGO?

Las respuestas fueron:

Si, 69%; Una contundente mayoría, no les parece?

No, 30%; Una minoría no tan “pírrica”, como dicen por allí… lo cual significa que no son “tan” puritanos los que me leen.

¿Han sido machistas estas respuestas? ¿Respondieron las “aludidas” DAMAS o las “afectadas” PAREJAS?

Nunca olvidaré algo que me decía mi papá (y disculpen lo crudo): “Lo bueno de las putas es que tú sabes a lo que vas, no te tienes que enamorar, pagas su precio y listo. Te desahogaste y ya, no hay compromisos ni nada por el estilo.”

Ahora, partiendo de estas sabias palabras, y para tener el rompecabezas completo, sólo nos falta definir la palabra INFIDELIDAD.

Infidelidad lo define la RAE como (no sale infidelidad, sino FIDELIDAD): LEALTAD QUE ALGUIEN DEBE HACIA OTRA PERSONA.

Así que todo depende de la subjetividad que le pongan al asunto. Si defines infidelidad como el sólo hecho de pensar en tu vecino desnudo y con una erección, aun cuando eres casada, pues entonces no sigas leyendo este post.

La infidelidad, yo la definía en mi época de soltero como: “El hecho de tener otras parejas, aun cuando ya tenias una (novio o novia, esposa o esposo)”.

En mis primeros años de casado la definí como: “Enredarte con otra persona y amargarle la existencia a tu pareja”.

Pero despues, ya divorciado, y con unos añitos más de experiencia, la puedo definir de varias formas: “Enredar los sentimientos con una cana al aire”; “Darle largas a algo que debió ser corto”; “No saber lo que quieres, al demostrar que no sabes a QUIEN quieres”. “Sacrificar TODO por NADA”… o dicho más claramente: “Enredar al corazón con algo genital”.

Sé que muchas damas que lean esto, me dirán: Si verdadermente estás con alguien a quien quieres, que te llena, que te complementa, te atiende y te da DE TODO, ¿Para que buscar a otra persona? Pero depende, todo depende. ¡Cada caso es distinto! Analicen bien ese DE TODO y después hablamos.

Todo depende de las circunstancias de cómo y por qué uses una prepago (cuarentena maternal, enfermedad de tu pareja, accidente, viaje prolongado, etc), y de que la uses cómo solo eso: Un desahogo… hasta allí. (Tíldenme de machista… pero el mundo es así, somos así y esta sociedad es así).

Si la cosa con la o las prepagos ya es constante, y sustituye tus relaciones de pareja, entonces sí estamos frente a un problema.

Los santos, como ya he dicho muchas otras veces, ESTÁN COMPLETOS EN EL CIELO. No estamos exentos de que podamos ser débiles ante la tentación de la carne; pero una cosa es el placer de un rato y otra muy distinta amargarle la vida a tu pareja o a tu familia con una DOBLE VIDA.

La fidelidad no está solamente en el CONTACTO SEXUAL, sino también en el respeto, la comunicación, la comprensión, la cooperación como pareja y en el valor que le otorgues a la misma. (Entonces amigas, ¿Es pecado pensar en aquel vecino desnudo? Piensen cuidadosamente su respuesta).

Hombres: Demostremos que aunque tenemos 2 cabezas, pensamos con la que es! No te dejes llevar por lo que te dice la de abajo; antes de eso, piensa como hacer las cosas bien, con la de arriba.

#hedicho

Ps: No olvidemos que los “prepagos masculinos” cada vez más se están poniendo de moda… ¿Qué opinarías si pillaras a tu esposa en esas andanzas?