La particular Fauna Laboral (Parte I)

Tengo la experiencia laboral suficiente y necesaria, (lo pueden ver en mi currículum vitae AQUÍ) como para tener un panorama amplio, claro, detallado y suficiente de esos integrantes extraños, pesados, particulares, a veces graciosos y muchas veces trágicos, insufribles e infaltables en toda oficina o lugar de trabajo.

Bien sea en el sector público o privado, en una empresa de producción, de explotación o de servicios; en una planta, en un almacén o en una oficina, estos personajes siempre estarán presentes en mayor o menor medida; sólo basta echar un ojo en tu trabajo, oír, ver, leer este post y darte cuenta que sí! Están allí. Ellos componen la fauna de todo lugar de trabajo, y son más o menos así:

• La secretaria metiche y chismosa: Personaje omnipresente en todas las empresas y si es una empresa del sector público, las características de estas se cuadriplican! De hecho, parece que una de las características para ser secretaria es ser METICHE. Se saben la vida de todos en la gerencia, unidad o departamento; le conocen muchos secretos al jefe y en sus años mozos pasaron muchos “días de la secretaria” como verdaderas reinas, pero esos tiempos ya pasaron y quedaron relegadas a ser las corre-ve-y-dile de la empresa. Gracias a este personaje que en la oficina tiene información de todo el mundo, las agendas convencionales están en desuso en esta época (no es gracias al uso de los celulares o agendas electrónicas, como muchos piensan).

• La secretaria bicha: La misma de la especie anterior, pero más joven (tal vez, con las lolas y las nalgas operadas) y muy seguramente con otros intereses distintos al chisme (placer personal, sexo, dinero, etc). Son esas que ves llegar en la mañana con un descote en el que se les ve hasta los alvéolos pulmonares, o se ponen unos pantalones apretaditos que dejan muy poco a la imaginación. Maquillaje exagerado a toda hora y piernas descuidadamente abiertas cuando cargan falda. Le flirtean a todo el mundo, pero viven perennemente solas. Cuidado con ellas! Porque puedes ser una más de sus víctimas, y de paso, caerás en boca de todo el mundo (no olvides que independientemente del tipo de secretaria, todas tienen una característica en comun: CHISMOSAS).

• La secretaria eternamente bruta: Es que es precisamente por eso que son secretarias! No se les puede pedir mas! (a estas alturas del post, pueden pensar que tengo algo en contra de estas simpáticas amigas, pero no es así! Que se muera la mamá de Chavez si miento!). Son de ese tipo de personas que muy al estilo de Alicia Machado preguntan que en qué parte de China fue el terremoto de Japón; o piensan que Gualberto Ibarreto son un duo; o que dicen que el fundador de Internet fue un Sr. de apellido Google, o cosas por el estilo. He visto, oído y leído cosas tan espeluznantes dichas y hechas por estas secretarias, que necesitaría un post entero sólo para hablar de sus mamarrachadas. #PerdónalasSeñor. Ellas siempre estarán allí prestas a hacernos reir con sus ocurrencias, dignas de twitearlas.

• La santurrona: Ya antes he escrito sobre esta “especie”.Puedes recordar leyendo mi post: CARITA DE YO NO FUI, especie MUY peligrosa! No hay que confiarse de ellas, pues cuando menos lo esperas caes en sus telarañas… Ellas nunca rompen un plato!, pero tienen muchas vajillas en su haber… Mejor es que leas mi post y sepas a qué me refiero… #TiranLaPiedraYEscondenLaMano

• El jefe de adorno (inepto): De esta cabuya yo ya tengo un rollo! Creo que puedo contar con los dedos de una mano a los jefes que he admirado de verdad, porque tenían amplios conocimientos, respetaban, enseñaban y sabían cuando reconocer tus labores. Pero muchas veces te toca ese jefe “familia del dueño” de la empresa o de un jefe más alto, que está allí sólo por eso. Los reconoces porque son los idiotas que usan su computadora únicamente para jugar solitario (y de paso, pierden!). Son los que se la pasan todo el día pegados a su BlackBerry, pero no leyendo informes o correos corporativos, sino viendo y comentando foticos en Facebook (nunca Twitter). Es el tipo de jefe al cual yo inmediatamente le pierdo el respeto cuando veo que no llega temprano, y que cuando le preguntas algo o le pides alguna orientación, no te mira a los ojos y gaguea… Si observas esas características, tienes un jefe así! Ya tambien he escrito antes acerca de ellos en este blog. Lo recuerdan? Recuérdalo AQUÍ

• El jefe sadicón: Son los que siempre estan pendientes de los “culitos” del trabajo. Son aquellos que invitan a salir a todas las chicas, dan la cola, invitan a la playa y andan bronceaditos siempre. De seguro tienen un 4X4, o una tremenda moto, porque saben que a los “culitos” les gusta eso. Estos tambien son bruticos e ineptos, pero no siempre, pues he conocido a unos cuantos sadicones medianamente productivos para la empresa; aunque en su celular, computadora y correos sólo consigas fotos de culos, correos de culos, links a páginas de culos y cosas así. Estos le echan los perros a cualquier esperpento que se consigan porque aplican la filosofía aquella de que “El que coje feas, coje más”.

• El jefe explotador: Esta basura es lo que más abunda en nuestro país. Será porque estamos llenos de judíos, arabes, turcos, libaneses, portugueses, italianos, españoles, franceses, chinos, colombianos y argentinos? (Aunque muchas veces tambien hay Hijos de Puta criollos). Son la escoria de la escoria. Los conozco REQUETE BIEN! Te tratan como a un coleto, no les importa si te sientes enfermo, si tienes todas las herramientas para realizar tus labores, o si tienes familia con la cual compartir e irte a casa temprano. Te exigen Y MUCHO!, pero NUNCA PAGAN HORAS EXTRAS, ni bonos ni nada que signifique una retribución “adicional” para tu lomo reventado. Te puedes ir tarde a tu casa y no dirán nada, pero basta con que llegues 5 minuticos después de tu hora de entrada: Ay Papá! Te avergüenzan delante de todos y te hacen sudar frío. Yo me formé con jefes así y mucho tiempo de mi vida laboral fui así: UNA PLASTA. Pero a través de cursos, lecturas y reuniones grupales entendí que esta no es la mejor manera para que “tu gente” sea productiva. A todos los jefes que tuve así, los saboteé o boycoteé de alguna u otra manera. Es muy desagradable trabajar así, la verdad.

• El borracho o borracha (también rumbero): Son los felices del zoo laboral. Estan pendientes de una discoteca, de la curda, del baile de moda y de los culos en las fiestas. Suelen llegar tarde los lunes en la mañana o enfermarse los viernes, y cuando hablas con ellos percibes siempre un olor a caña y nicotina. En fin, si quieres saber cómo se baila Danza Kuduro, cuantos grados alcohólicos tiene una cerveza húngara, cual ha sido el último antro-botiquín inaugurado en la ciudad o dónde venden las cervezas mas baratas, habla con este personaje, ese sí que lo sabe todo!

• El gay (o lesbiana): Así como en toda familia nunca falta el marico o la puta de la partida, la oficina no se queda atrás. Son la alegría de la vaina (rara vez he conocido locas amargadas), pues siempre andan alegres, risueños y optimistas, además de que yo particularmente me cago de la risa con el plumero que estos personajes suelen dejar al pasar. Las lesbianas tambien me caen bien, aunque son más dificiles de detectar, pero siempre están allí observándonos. Por qué nunca he trabajado con un par de estas “amiguitas” para ver si las saco de ese “mundo”? #PreguntasQueMehago.

• El confianzudo: Hombre o mujer, son los que al segundo día de trabajo ya te quieren probar la ensalada que trajiste en tu almuerzo, o te están pidiendo dinero prestado. Particularmente los detesto, pues ya me basta con mi sombra, pero estos mosquitos son insistentes y hay que saber darles un “parao’”. Son los que se AUTO invitan a reuniones o fiestas que organizas con tus compañeros más afines, los que más comen, más beben y al final te piden la cola o se quieren quedar a dormir en tu casa. Mosca con estos estorbos!

• La chula: Muy parecidos al anterior, con la diferencia de que el chulo SIEMPRE querrá algo a cambio (raras veces sexo, pues le gusta recibir, pero NO DAR!) les encanta pasear en tu carro o que les des la cola, son felices si los invitas a comer o a beber y no tienen que pagar, incluso hasta saldo para el celular te pueden pedir! A diferencia del confianzudo (que se auto invita) los chulos saben como envolverte para que sea uno el que les ofrezca cosas, invitaciones, regalos, en fin. Cuando percibo que tengo compañeras de trabajo así, rapidito les corto las alas diciendo: NO SOY TELECAJERO DE NADIE! Y SÓLO LE REGALO COSAS A LA QUE SE ACUESTA CONMIGO… esto no falla para espantar a estos parásitos. Y a los panas chulos, con sacarles el culo, basta!

• El bruto: Sempiterno personaje, casi tan omnipresente como la secretaria (en cualquiera de sus versiones) en toda empresa. Son los que tienen buena actitud para realizar sus labores y son hasta “buena gente”, pero son TAPAO’S los pobrecitos. Más de una vez he visto a estos personajes parir para prender una impresora, para abrir el correo, para realizar una simple suma algebráica, para apilar unos bultos de manera ordenada, para cambiarle el tóner a un scanner (broma patentada por mi) o tan sólo para explicar la ubicación de algún lugar. Son la fuerza “bruta” de la oficina, pues cada vez que se necesita cargar, mover, subir o doblar el lomo, allí estan ellos, pero tristemente son los que “calladitos se ven más bonitos”. Porteros, vigilantes, mensajeros Y PRESIDENTES DE GRANDES CORPORACIONES se ubican dentro de este amplísimo árbol genealógico. Los hay en version femenina y masculina. La ignorancia no excluye género!

• El pendejo (o bobo): No hay que confundir al bruto con el bobo. El bruto muy probablemente “no sepa” como hacer algo que requiera la sinápsis de dos o más neuronas, pero buscará la manera de poder hacerlo; mientras que el bobo tiene todas sus neuronas EN OTRA GALAXIA! Son los perdidos de la oficina, los que caminan porque ven a los otros hacerlo, los que nunca entienden los chistes de “doble sentido”, a los que hay que repetirles una instrucción 25 veces y hasta los vírgenes y castos, sexualmente hablando. Tambien suelen ser buenas personas y a veces hasta pena ajena dan, pero así es la vida: Unos nacen para ser clavos, otros para ser martillos y otros para ser carpinteros. Esta especie tampoco es excluyente de género. Hay bobas y bobos tambien!

• El vivo e’ la pepa: Son el extremo opuesto a los mencionados anteriormente. Los reconoces cuando los ves tratar a sus semejantes: Pura risa, amor y ternura; regalan caramelitos, chicles y chocolates, dicen que saben de todo y siempre quieren aparecer en todo, pero la verdad es QUE NO HACEN NADA Y NO SABEN NADA! Ganan méritos por el trabajo ajeno y siempre hablan en plural (hicimos, logramos, completamos, vendimos, etc.), cuando la verdad es que no hicieron nada. Son los que buscan la mejor oportunidad para echar carro, para evadirse de la oficina, para ausentarse de las reuniones y para evitar quedar en evidencia cuando no saben algo. A punta de “porfa, mi cielo”, “si, mi reina”, “claro, mi pana” te montan la pata y cuando te das cuenta estás haciendo tu trabajo y el de ellos. Hay que estar pendientes con esta especie, muy peligrosa y común en toda la América Latina, desde la Patagonia hasta la Península de Yucatán.

Para no aburrirlos tanto y no hacer el post tan largo, en una próxima entrega continuaremos estudiando detenidamente las distintas especies que día a día hacen vida con nosotros en nuestros lugares de trabajo...